jueves, 4 de julio de 2013

Modelo de Viviendas en Roma

Al igual que sucede hoy en día, entre los romanos no existía un único modelo de vivienda; dependiendo de la clase social y la posición económica del propietario era posible encontrar casas señoriales unifamiliares (domus) propias de familias adineradas; pisos en bloques de apartamentos -la mayoría de las veces en régimen de alquiler- (insulae) en las que solía residir la gente trabajadora (los plebeyos y los libertos); y también villas urbanas o rústicas (villae), que habitualmente pertenecían a familias ricas, generalmente de linaje noble. En ocasiones las villas rústicas eran utilizadas también como explotación agrícola.


LA INSULAE

Se trata de una tipología de vivienda que surge de la superpoblación que sufren las grandes urbes romanas (principalmente roma). Eran grandes edificios de hasta cinco plantas que solían ocupar una manzana y en los que vivían varias familias. A medida que se subía de nivel la posición social de sus ocupantes descendía siendo un ejemplo de la estratificación poblacional. De este modo, las viviendas de las plantas más altas carecían de características de organización especifica.
LA VILLA


Situadas en un entorno rural o periférico respecto a la ciudad, eran edificaciones que además de un uso residencial estaban vinculadas a la producción agraria. Su tipología era variada pero se caracterizaban por disponerse en una planta articulada por patios combinando espacios residenciales y productivos.



LA DOMUS
La domus romana era el modelo de vivienda unifamiliar característico de las clases altas. Principalmente urbana, se configuraba en un solo piso, y era un edificio que volcado hacia el interior estructuraba sus espacios en torno a uno o dos patios.


ORIGEN Y EVOLUCIÓN

La domus fue progresando a lo largo de siglos de civilización romana según las tradiciones o modas de cada momento así como las necesidades especificas de las distintas familias. Se trataba de viviendas que no atendían a una organización caprichosa sino que surgían de un proyecto minucioso en el que se establecía sus características.

Los primeros modelos corresponde a la casa atrium, cuyo origen puede encontrarse en la península Itálica, concretamente en la cultura etrusca. Se caracterizaba por un espacio fundamental (atrium) que funcionaba como patio semi cubierto situado en el centro del conjunto. Alrededor de este pivotaban las demás estancias. Estas estancias quedaban abiertas únicamente al atrio y no permitían el paso de unas a otras.



Durante el periodo de expansión que supone La República la vivienda romana sufrirá gran influencia de diferentes culturas siendo la helenística la que más contribuya en su configuración. En este periodo la casa atrium evolucionará en la casa peristylium convirtiéndose esta en el modelo más reproducido en todas las provinciae del imperio.La principal innovación que se incorpora será el de añadir al volumen en que se configura la casa atrium un nuevo cuerpo, que estructurado también en torno a un patio (de características griegas), dotará de una mayor complejidad a al conjunto, ya que será este, el que pase a albergar las funciones más privadas de la casa.




Finalmente la casa peristylium continuará evolucionando y complejizándose, culminándose este proceso en el periodo de decadencia imperial (historia tardoantigua) en el que este modo de “hacer” vivienda entrará en un proceso “manierista” que terminará en ocasiones por pervertir su esencia.

ESTRUCTURA Y MATERIALIDAD

La estructura de la domus suele ser adintelada con muros de carga (con sistema de ejecución variable en función de la zona) estucados y sobrios al exterior y decorados y pintados al interior.

La cubierta se resuelve con faldones inclicnados de teja cerámica sobre estructura de vigas de madera.

Suelen destacar la calidad de los pavimentos, por un lado de materiales resistentes en la entrada y zonas de trabajo y servicio; por otro lado de delicados mosaicos en las estancias más vivideras.



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